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Seguimos sumando millas con la cuarta navegación


La Escuela Goleta realizó su cuarta navegación inclusiva

 


 

        Se realizó el viernes 29 de abril, a bordo del Fortuna II, velero cedido por la Armada Argentina mientras el bergantín goleta se construye en Tandanor, la cuarta navegación inclusiva de la Fundación Escuela Goleta “Santa María de los Buenos Ayres”.

Tripulantes y grumetes partieron a las 9 desde las amarras del Yatch Club Argentino, de Dársena Norte, realizando un recorrido por el Río de la Plata, frente a la costa de la ciudad de Buenos Aires.

Luego de un almuerzo a bordo y aunque el clima no fue el más favorable, los grumetes coincidieron todos, al regreso, en describir momentos importantes para sus aprendizajes de vida e inolvidables.

Una vez en tierra firme, los participantes recibieron un certificado de parte de la Fundación, que así, va sumando millas y experiencia de cara a los objetivos educativos, culturales y de inclusión social que mueven los ejes de la misma.

Elementos invisibles: el viento y la corriente

Ricardo Marengo, integrante del Programa Amigos de la FEGB y participante de la cuarta navegación, dijo al llegar que “cuando trabajaba enseñando a navegar a niños, me preguntaron más allá de la vela, para qué servía esta escuela y yo contesté que el navegar a vela pone al chico en una situación de la que no puede escapar, o sea debe resolver solo sus problemas. Además, el aprender a lograr un objetivo, basándose en dos elementos invisibles al común de la gente como lo son el viento y la corriente, les brindaba una percepción especial para el adulto que serán el día de mañana”.

Y agregó: “En el mercado laboral que les tocará vivir existen “vientos y corrientes” invisibles al común de la gente, que nos pueden llevar a conseguir nuestras metas. Por eso esta escuela que se pretende hacer desde la goleta me parece maravillosa. Porque vuelve a las fuentes de la formación de hombres y mujeres que más allá del destino que eligieran después, atesorando de por vida el temple que brinda una capacitación abordo.

Entre los últimos y más rápidos veleros que se hicieron con fines comerciales (de carga), sin duda escuela de muchos marinos, estuvo el clipper Cutty Sark y es del espejo de popa del mismo que saco este lema, como corolario de lo vivido: ´Where there´s a will is a way´ – (Donde hay una voluntad hay un camino)”.

La Fundación agradece, una vez más; la excelente predisposición del teniente de navío, Sebastián Musa, comandante del Fortuna II durante esta navegación y de su tripulación.